¿Qué dice el órganon 19?
Si el médico percibe claramente lo que hay que curar en las enfermedades, es decir, en cada caso individual de enfermedad (conocimiento de la enfermedad, indicación), si percibe claramente lo curativo de los medicamentos, es decir, en cada individuo. medicina (conocimiento de las facultades médicas), y si sabe adaptar, según principios claramente definidos, lo curativo de las medicinas a lo que ha descubierto indudablemente morboso en el paciente, de modo que la recuperación debe sobrevenir …
Este aforismo establece diversas realidades que hay que tener en cuenta en el mundo y la terapia homeopática.
El médico debe percibir previamente lo que hay que curar en el paciente, la medicina no debe ser un proceso ciego. Esto indica que la curación no es un proceso ciego. La terapia homeopática tampoco es un proceso ciego, basado en el principio del azar. Pues si miento precio de la acción del médico de sus decisiones estratégicas frente a paciente. El aforismo habla también de percibir claramente lo curativo de los medicamentos. Esto indica que previamente hay que conocer la sustancia que se está indicando al paciente para tomar.
El órgano 19 establece que cada medicamento tiene cierto poder curativo cuando se emplea correctamente. Ahora bien, está claro hay que saber elegir el producto que corresponde individualmente al paciente.
Cada paciente tiene ciertas especificidades que guían hacia la elección de un buen remedio concreto, de su remedio del momento.
El doctor Hahnemann en este versículo también indica que los principios de la curación son principios claramente definidos: la curación no es un proceso de casualidad, sino la aplicación de un conocimiento estratégico frente a una situación de desorden y de caos.
Según el órgano 19, si se aplica el tratamiento correcto, la recuperación de salud debe producirse. El homeópata es una persona que debe pasar una buena parte de su parte de su tiempo a estudiar el poder curativo de los medicamentos.
No sería sensato ni inteligente, ni honesto, utilizar medicamentos cuyo se desconoce el poder curativo. Esto no seria homeopatía.
Hoy en día, hay más posibilidad que antes de saber acerca del poder curativo de los medicamentos homeopáticos, lo que pasa por percibir su fuerza curativa que le es propia e inherente. Cada medicamento o remedio homeopático posee una fuerza curativa única.
Podemos resumir este aforismo con los principios siguientes:
- Comprender cuál es el poder curativo de un medicamento.
- Establecer la ley de curación de la naturaleza.
- Comprender por qué funcionan los medicamentos en estado de enfermedad.
- Comprender a la especificidad de cada medicamento, de lo que encierra de poder terapéutico, que solo se despliega en un cuerpo que lo es energéticamente afine.
Este aforismo también parece simplista, pero establece la primera característica de lo que debería ser un medicamento homeopático. El medicamento no debe ser inerte energéticamente. La inercia se rompe con el efecto no solo de dilución, sino también de dinamización. No hay remedio homeopático, sin dilución y dinamización. Es la preparación cuántica.
En la 19 ª aforismo que dice que la enfermedad no es más que un estado alterado de la salud y para proceder a una cura, tenemos que cambiar este estado de enfermedad a la condición saludable. Por tanto, los medicamentos homeopáticos deben tener el poder de alterar nuestro estado de salud y, de hecho, su poder curativo surge únicamente de su capacidad para alterar nuestro estado de salud.
Leamos el aforismo. Dice:
19 – Ahora bien, como las enfermedades no son más que alteraciones en el estado de salud del individuo sano que se expresan mediante signos mórbidos, y la curación también es posible solo mediante un cambio en la condición saludable del estado de salud del individuo enfermo. Es muy evidente que las medicinas nunca podrían curar enfermedades si no tuvieran el poder de alterar el estado de salud del hombre que depende de sensaciones y funciones; de hecho, que su poder curativo debe deberse únicamente a este poder que poseen de alterar el estado de salud del hombre.
El aforismo parece muy simplista, pero establece la primera característica de un medicamento: no debe ser inerte. Debería tener el potencial de alterar la salud de un ser vivo. Algunos dirían que muchos medicamentos homeopáticos se derivan de sustancias inertes como el caso de Lycopodium clavatum o de Silica. La fuente de estos medicamentos puede ser inerte, pero la forma (potenciada) en la que se utilizan no es inerte. Cuán poderoso podría ser el efecto de estos medicamentos, solo se puede aprender a través de la experiencia. La evidencia indica que la preparación del remedio homeopático romper la inercia de la materia.